Corruptelas de la revolución energética
LA HABANA, 12 de octubre (Fabián D. Arcos / www.cubanet.org) - La
revolución energética ha puesto en claro un hecho notable: los tristes y
terribles apagones que caracterizaban al socialismo cubano de los siglos
XX y XX I han disminuido notablemente, aunque no han desaparecido.
El alivio de las familias que reciben nuevos y modernos
electrodomésticos, también es un sueño conquistado de aquellos que al no
poder tener los suficientes CUC para pagarlos, hoy los exhiben y
utilizan con bendiciones para el sistema. Pero no sólo para ellos. A los
funcionarios que trabajan en la distribución también les ha llegado su
"aguacerito de mayo".
Es así que en un consejo popular del reparto Buena Vista, del municipio
Playa, se detectó que algunos funcionarios sacaban provecho
"energizándose" de esta revolución. A los beneficiarios a los que había
que sustituirles más de un refrigerador se les argumentaba que "por
nueva disposición" sólo se podía sustituir uno solo. Y como es
costumbre, el cliente recurría a la clásica pregunta de "¿y cómo se
puede resolver eso?" Entonces aparecía una solución mágica cuyo precio
oscilaba entre 100 y 200 CUC, en dependencia de la solvencia del
solicitante, y asunto resuelto.
Según la disposición oficial referente al cambio de los refrigeradores,
en cada vivienda se cambian la totalidad de equipos viejos altos
consumidores (los soviéticos Minsk y los americanos de antes de los años
60 de todas marcas) sin distingos. La única condición que se exige es
que en el momento de la sustitución estén funcionando.
De esa forma esos funcionarios se hacían de su dinerito a costa de la
desinformación y el engaño de los ciudadanos.
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