2007-10-12.
Alvaro Yero Felipe, Agencia Libre Asociada (ALAS)
En Cuba la grave situación de la vivienda ha generado grandes
preocupaciones en la población, aún después de 48 años de revolución,
muchos ciudadanos cubanos carecen de un lugar donde vivir y en
ocaciones, cuando con tu esfuerzo y tu trabajo construyes una casa, la
convivencia en ella se vuelve una tragedia total.
El gobierno de la Isla comenta en los medios de prensa estatales, que
entre el año 2006 y lo que corre del presente, en Cuba se han construído
unas 21 un mil viviendas en la llamada batalla de ideas. Para muchos de
los isleños, esos son sólo cifras y para otros, sólo comentarios
propagandísticos de gobierno.
Tal es el caso de una señora llamada Enia de la Cruz, quien desde el año
2001 desidió construír junto a su esposo Fernando, una casa donde
pudieran vivir como personas desentes, ya que la casa donde vivían
amenazaba con derrumbarse con el paso de los dias.
Trataron así de hacerlo todo, dando pasos legales.
Pidieron la supervisición de la Dirección Municipal Invercionista de la
Vivienda (U.M.I.V.), donde fueron orientados por una técnica de dicho
centro llamada Irma, de comenzar a construír; para cuando estubiera
terminada, poder hacer entrega de la propiedad. Enia y su esposo se
dejaron llevar por sus ideas capitalistas de que, si hay dinero por
medio, todo se resuelve con facilidad. Para ellos, fue fácil entrar en
arreglo con la técnica de vivienda, porque la misma, pidió 3000 mil
pesos para que todo se resolviera lo más rápido posible.
Enia y su esposo, construyeron la casa con mucho esfuerzo y gastos de
dinero en grandes cantidades. Después de pasar tanto trabajo, al fin el
matrimonio vio su sueño realizado. Aunque no hubiera un solo bloque
dado por vivienda, estaban contentos.
Pero, como en Cuba la felicidad solo es una palabra sin significado, el
matrimonio feliz se llevó una gran sorpresa cuando se dirigieron a la
Dirección Municipal de la Vivienda, para que les entregaran la propiedad
prometida, se encontraron con lo que le pondría fin a su sueño de vivir
desentemente.
A la señora Irma la habían expulsado por realizar trabajos ilegales en
su centro de trabajo y en su lugar, estaba un señor llamado Rubiel que
no había sido mojado con un solo centavo de aquel pago ilísito. Rubiel
le informó a la pareja que todo lo que habían hecho hasta ahora, era
ilegal, que en Vivienda no constaba ningún documento de la construcción
de una vivienda en ese sitio, y que por lo tanto, la determinación que
tomaría la Dirección Municipal de la Vivienda sería la demolición de la
misma.
Esa fue la solución que le encontraron a la pareja; destruír lo que
mucho sacrificio les costó construír. Lo que se puede esperar de los
malos manejos de las instituciones estatales de la Vivienda en Cuba para
con las familias de la Isla. Mientras tanto, este caso es uno de los
tantos problemas sin solución.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12096
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