2007-10-16.
Guillermo Morales Catá, Corresponsal en Barcelona de Misceláneas de Cuba
No hay discurso revolucionario que se precie en Cuba que no termine con
el "Socialismo o Muerte, Patria o Muerte. Venceremos". Es la frase con
la que termina cualquier discurso en la Isla desde hace más de 40 años.
Pero algo está pasando en Cuba. Raúl Castro se ha olvidado de concluir
su última intervención pública con el ferviente llamado a la muerte.
El "hermanísimo" acaba de firmar con el dictadorzuelo Chávez 14
acuerdos de cooperación en los sectores de petróleo, ciencia,
agricultura, industria, construcción, alimentos y telecomunicaciones. El
dictadorzuelo, que se gastó más de un millón de dólares en este último
viaje a Cuba, pronunció un discurso de casi dos horas.
Al concluir su disertación dijo "Fidel, ¡hasta la victoria siempre!
Raúl, ¡hasta la victoria siempre! Cuba, ¡hasta la victoria siempre!
¡Patria, Socialismo o Muerte! ¡Venceremos!". Pero ojo, esto fue lo que
dijo Chávez y no precisamente Raúl Castro.
Prefirió "el hermanísimo" cerrar su discurso de la siguiente manera:
"¡Viva Fidel! ¡Viva Chávez! ¡Viva la unidad de nuestros pueblos!". ¿A
qué se debe que Raúl Castro, Presidente interino de Cuba y Ministro de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cierre su discurso con el
humanista concepto de "unidad entre los pueblos" y no precisamente con
el guerrero y poco humanista "Patria o Muerte. Venceremos"?
Pareciera que Raúl prefiere guardar distancia con la tan gastada
expresión de lucha y guerra. Fue el 5 de marzo de 1960 cuando surgió tan
revolucionaria frase. l En aquel entonces Fidel Castro afirmó que no
existía otra alternativa que la de Patria o Muerte, advertencia surgida
ante la tumba de los obreros y soldados muertos el día anterior,
víctimas de la explosión del vapor La Coubre.
Tres meses más tarde, en la madrugada del 8 de junio, en la clausura del
Primer Congreso Revolucionario de Barberías y Peluquerías, nació la
frase que, unida a la consigna de Patria o Muerte con la expresión
¡Venceremos! El dictador Fidel Castro finalizó su discurso de aquel
día diciendo "para cada uno de nosotros individualmente la consigna es
Patria o Muerte pero para el pueblo, que a la larga saldrá victorioso,
la consigna es de Venceremos".
Desde entonces y hasta siempre unidas, "¡Patria o Muerte, Venceremos!",
se han convertido en un juramento impuesto para los cubanos. Y no ha
faltado nunca en ningún discurso de la dictadura castrista el slogan
"revolucionario", una incitación cruel y retórica a la guerra y a la
muerte que no deja opciones; aún cuando para muchos ni la Patria, ni el
Socialismo, ni la Muerte, tengan sentido alguno.
Lo que, sin embargo, llama de sobremanera la atención es que "el
hermanísimo" no diga ya "Patria o Muerte". Y en cambio sea el clon de
Castro -Chávez- quien opte por el llamamiento.
Bien o mal asesorado, Raúl Castro parece jugar a dos bandas. Como si
tuviera varios ases debajo de la manga. Ya no viste verdeolivo sino
guayabera blanca. Ya no dice Patria o Muerte sino que da vivas a la
unidad de los pueblos.
Tampoco habló de compatriotas o camaradas como en los viejos tiempos,
ahora dice "amigos y amigas". Y a Chávez no le dijo "hermano", sino que
le llamo "muy estimado Señor Presidente".
Cada palabra fue calculada al milímetro, cada gesto, el vestuario. El
mundo democrático, tiene, no obstante, la obligación moral de no dejarse
confundir. Raúl Castro no es quien nos quiere hacer ver que es. Es "el
hermanísimo". Mucho ojo. Esta es la nueva estrategia de una dictadura
que tiene contados, sin lugar a dudas, losdías.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12176
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