Tuesday, October 12, 2010

Cuando el jazz estaba prohibido

MÚSICA | Wynton Marsalis en Cuba

Cuando el jazz estaba prohibido
Luis Alemany | Madrid
Actualizado lunes 11/10/2010 16:54 horas

Wynton Marsalis lleva casi una semana en Cuba. Da conciertos, imparte
talleres, recuerda los discos de Chucho Valdés que escuchaba con su
padre, conoce a sus colegas, aprende de la tradición afrocubana... y
sirve de embajador de buena voluntad de la Administración Obama en la isla.

Está bien así. Seguramente, en alguna velada, alguien le habrá contado a
Marsalis que hace 30 años, su visita no hubiera sido bien recibida en
Cuba. Ni su visita, ni su música: el jazz estuvo si no prohibido, sí
excluido de la vida pública revolucionaria durante décadas. Los viajeros
que llegaban a La Habana con discos en su equipaje tenían que
declararlos y renunciar a ellos en la aduana y los conciertos eran, más
que ilegales, imposibles. Su pecado, igual que el del rock (que fue aún
peor tratado que el jazz): ser un vehículo del imperialismo yanqui.

"En Cuba, antes de la Revolución, Elvis Presley era un fenómeno
impresionante", recuerda a EL MUNDO.es un periodista cubano exiliado en
España. "Ponían sus películas y los espectadores se ponían a bailar en
los pasillos del cine. Después, prohibieron las importaciones de sus
discos y hasta se creó una figura semi-legal que era el de
'elvispresliano' para los chicos marginales y gandules, los mariguanados
que se decía también".

The Beatles también estuvieron prohibidos. Y como ellos, todo lo que
sonara a anglosajón, incluido el jazz de los 'hermanos negros' de EE UU.
No se percibía que el be bop, por ejemplo, tenía un valor contracultural
que podía 'enganchar' con el mensaje de la Revolución.

"La música clásica estaba permitida, pero tenía muy poco público. Y las
únicas importaciones de discos que se fomentaban eran las de música
africana. El resto, folclore, folclore y folclore". El promotor directo
de esa política fue Fidel Castro, cuyas preferencias musicales son
conocidas: las marchas militares.

Pero ¿y los Sandoval, Chucho, D'Rivera, Pla y compañía? ¿De dónde
salieron? No es complicado entenderlo: ellos fueron los receptores de
una tradición jazzística muy importante previa a la Revolución; los que
mantuvieron la llama durante los años del apagón.

"Cuando apareció la Orquesta de Música Moderna en los años 60, tocaban
clandestínamente. Después, en 1967 se convirtieron en Irakere, y en 1972
pudieron grabar su primer disco". Poco a poco, la censura fue remitiendo
a medida que una nueva generación empezaba a demandar la nueva vieja
música. Y así fue como Dizzie Gillespie pudo visitar Cuba en 1985 y
tocar junto a Arturo Sandoval.

Los rockeros lo tuvieron peor. Hasta los años 90 hubo una actitud de
antipatía institucional hacia el rock y aún hoy colean casos como el del
cantante de la banda Porno para Ricardo, que fue encarcelado por las
letras de sus canciones. Al mismo tiempo, el Gobierno cubano acabó por
ponerle una estatua a John lennon en un parque de La Habana. Fidel
Castro en persona asistió al descubrimiento de la escultura y el
cantante de Liverpool fue glosado como un revolucionario inglés.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/10/11/cultura/1286798885.html

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