Thursday, October 07, 2010

España y la Posición Común

Publicado el miércoles, 10.06.10
España y la Posición Común
By JOSE AZEL

Este mes, el Consejo de la Unión Europea (UE) se reunirá para evaluar su
Posición Común hacia Cuba. Dirigiendo la carga ofensiva para
esencialmente abolir la Posición Común está el ministro de Relaciones
Exteriores de España, Miguel Angel Moratinos.

Desde 1996, la UE ha definido el objetivo clave de sus relaciones con
Cuba a través de una Posición Común para ``promover un proceso de
transición a la democracia pluralista y el respeto de los derechos
humanos y las libertades fundamentales...'' La Posición Común también
busca ``la reforma de la legislación interna referente a derechos
políticos y civiles, incluyendo el código penal cubano, y
consecuentemente la supresión de todos los delitos políticos, la
liberación de todos los presos políticos y el cese del hostigamiento y
el castigo de los disidentes''.

Teniendo en cuenta estos objetivos concretos es difícil encuadrar la
afirmación categórica del ministro Moratinos --aparentemente fundada en
el comunicado de que el gobierno cubano excarcelará y esencialmente
deportará a 52 presos políticos-- que ``ya no existe ninguna razón para
que la UE mantenga su Posición Común hacia Cuba''.

El señor Moratinos ha tergiversado los objetivos de la UE aceptando un
gesto minimalista y reversible del gobierno cubano. Con su afirmación,
el diplomático ha abandonado los fines de la Posición Común y parece
haber redefinido unilateralmente los objetivos europeos en nombre de los
estados miembros.

El señor Moratinos estará velando por los intereses bilaterales de
España en Cuba, pero claramente está socavando uno de los principales
instrumentos jurídicos de la UE que define el enfoque común de la Unión
sobre asuntos de interés general.

La excarcelación gradual de algunos presos políticos no cumple con los
requisitos establecidos en 1996 por la Posición Común. Conmutaciones de
sentencias injustas y deportaciones no equivalen a libertades políticas
ni indican un proceso de transición hacia la democracia pluralista y el
respeto de los derechos humanos. Como para subrayar este punto, el
gobierno cubano, al mismo tiempo que libera a algunos de los activistas
encarcelados, ha continuado arrestando, reprimiendo, acosando e
intimidando a miembros de la oposición y la sociedad civil.

En contraste con España, otros países de la UE como la República Checa,
Alemania, Eslovaquia, Polonia y Suecia continúan escépticos de abandonar
la Posición Común. Estos países insisten en que cualquier decisión en
relación con su política hacia Cuba se debe basar en criterios que
definan de forma inequívoca e irreversible mejoras en materia de
derechos humanos y libertades políticas.

Abandonar sin concesiones reales por parte de Cuba la ejemplar Posición
Común implica que las críticas de la UE sobre las violaciones de las
libertades civiles y derechos políticos en Cuba serán silenciadas y que
los contactos con los disidentes cubanos tenderán a desaparecer,
desmoralizando así a la oposición interna en Cuba. También significa
recompensar a un gobierno represivo que no desea emprender reformas
democráticas. Aunque tal vez solo simbólicamente, la Posición Común de
la UE envía un mensaje importante a los ciudadanos cubanos de que ellos
tienen el apoyo de la comunidad internacional, que no están solos.

amentablemente, la declaración concluyente del señor Moratinos que ``ya
no existe ninguna razón para que la UE mantenga su Posición Común hacia
Cuba'', necesariamente significa que Cuba ha cumplido con las
expectativas del gobierno español con respecto a los derechos humanos.

El ministro parece haber olvidado la lección fundamental de la
transición española y de todas las transiciones: deben responder a los
intereses y aspiraciones de la ciudadanía. En un sistema que niega las
libertades básicas, la sociedad se debilita por el miedo, que por cinco
décadas ha sido parte integral de la vida cotidiana en Cuba. Hay que
vencer el miedo para que una transición nacional pueda tener éxito.

Como la española, la transición cubana ideal sería una transición
pacífica y legal, en la que la clase gobernante decide cambiar las
reglas del juego y abre el proceso político convocando elecciones
libres, justas y competitivas. Este es y debe seguir siendo el eje ético
de la Posición Común de la UE y en particular de la madre patria de Cuba.

Analista investigador del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.

http://www.elnuevoherald.com/2010/10/06/814986/jose-azel-espana-y-la-posicion.html

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