22 octubre , 2010 | 14 : 18
Myanmar717 Miguel Ángel Moratinos sufrirá el próximo lunes en el Consejo
de Ministros de Exteriores de la UE una derrota póstuma sobre Cuba que
deberá encajar su sucesora Trinidad Jiménez.
Los ministros, tal y como adelantó ayer la Cadena Ser, mantendrán el
próximo lunes la llamada "posición común" sobre Cuba, una humillante
exigencia unilateral para una isla de 10 de millones de habitantes donde
la dictadura de los Castro mantiene entre rejas a 39 presos políticos.
De nada han servido los esfuerzos de Moratinos para suprimir una
posición adoptada por la UE de manera unánime hace tres lustros a
instancias de José María Aznar.
La inquina de la UE con Cuba permite extraer algunas lecciones.
La primera, el doble rasero de Bruselas, que se codea sin problemas con
dictaduras sanguinarias de todo el planeta. Este mismo mes, la capital
comunitaria puso la alfombra roja para el primer ministro chino, Wen
Jiabao, o para el ministro de Exteriores de Myanmar (en la foto), que
aparece en la lista negra de la UE de miembros de la "junta militar
birmana" que tienen prohibido entrar en territorio europeo.
La segunda, es que el Premio de Derechos Humanos del Parlamento Europeo,
denominado Sajarov, concedido ayer por tercera vez a un cubano, debería
rebautizarse como Premio José Martí o Benny Moré (¿sabrán los
europarlamentarios checos quienes son?), para dejar claro que los
disidentes de la isla caribeña tienen muchas más derecho al galardón que
quienes se pudran en cárceles vietnamitas o en el corredor de la muerte
estadounidense.
Y la tercera, quizá la más dolorosa para los españoles, es que el
Gobierno de Zapatero o, al menos, su ya exministro de Exteriores, no
pinta nada en Bruselas. La tradición oral comunitaria asegura que cuando
uno de los socios de la UE plantea alguna demanda en relación con una de
sus antiguas colonias, el resto de países la secunda sin rechistar. Es
el caso de Londres con Zimbawe o de Aznar, en su día, con Cuba.
Ahora, en cambio, Berlín y Praga le han dicho Madrid que nanay. Y el
Gobierno, en lugar de coger otro expediente como rehén (¿la reforma del
Pacto de Estabilidad, quizá?) y vetarlo hasta lograr su objetivo,
intentará el lunes desviar la atención proponiendo un nuevo marco de
relaciones con La Habana que quieren llamar Acuerdo Simplificado. Por
suerte para Trinidad Jiménez, como escribe hoy José Ignacio Torreblanca,
"el mundo es mucho más grande" que las Cubas, Kosovos o Venezuelas en
las que ha perdido tanto tiempo su predecesor. Quizá esa perspectiva
amplia le sirva de consuelo a la ministra cuando el lunes compruebe en
Luxemburgo lo poco que pinta su departamento en la UE.
http://blogs.cincodias.com/la_ue_del_reves/2010/10/la-derrota-p%C3%B3stuma-de-moratinos.html
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