Thursday, October 21, 2010

La herencia de Moratinos

Opinión

La herencia de Moratinos
Elías Amor
Valencia 21-10-2010 - 2:42 pm.

Las relaciones con el régimen castrista, uno de los puntos más
conflictivos que deberá enfrentar la nueva ministra de Exteriores de España.

No creo equivocarme al afirmar que la peor herencia que ha dejado el ex
ministro de Exteriores español. Miguel Ángel Moratinos, a su sucesora en
el cargo, Trinidad Jiménez, tiene mucho que ver con las relaciones con
el régimen comunista de La Habana.

Moratinos deja el ministerio habiendo desarrollado con el castrismo la
peor política posible con una dictadura que se niega a dejar de serlo. Y
lo que es peor, en un intento infértil de quedar bien con todos los
sectores implicados en el drama político cubano, no ha conseguido otra
cosa que despertar una animadversión en todos y cada uno de ellos, sin
que ninguno se sienta especialmente satisfecho del balance final.

Tampoco ha sido capaz de recuperar para España el respeto que merece en
Cuba, como nación democrática, respetuosa de los valores del pluralismo
político, de los derechos humanos, y con una profunda vocación europea.

Moratinos no ha ejercido el liderazgo necesario para hacer llegar las
posiciones españolas en la Isla, inmersa en una dinámica económica
enloquecida que no tiene parangón en país alguno del mundo, y que Raúl
Castro califica como una "batalla".

Difícilmente los sectores de la oposición pueden sentir simpatía por
alguien que ha decidido abiertamente suspender cualquier contacto
oficial para evitar el malestar de la cúpula dirigente. Del mismo modo,
la nomenclatura comunista y sus poderosos intereses económicos, tampoco
ha quedado satisfecha de las gestiones realizadas por el ex canciller
para defender en los foros internacionales los cambios en Cuba. Es
posible, incluso, que con esta caída en picado, Moratinos no consiga
alguna de las promesas que, ocultamente, pudo recibir de Cuba en esos
espacios internacionales en los que el régimen todavía desempeña algún
papel, llámese no alineados de Naciones Unidas.

Tiempo habrá para comprobar futuras carreras política de Moratinos, pero
no cabe duda que el régimen castrista, generoso con los que se empeñan
en defender las virtudes del paraíso creado por la denominada
"revolución" en la Isla, no suele implicarse a fondo con aquellos que no
sirven sus intereses, más bien, suele actuar de forma implacable y
vengativa.

En tales condiciones, lo único que cabe esperar es que Trinidad Jiménez
cambie de estrategia y de táctica con el régimen castrista. Han sido
varias las ocasiones en las que Jiménez ha mostrado una visión de la
realidad del régimen muy diferente a la de su antecesor. Ojalá comprenda
la importancia que tiene para la causa de la libertad y la democracia en
Cuba un papel activo y reivindicativo de España. Los que sufren
persecución, prisión, hostigamiento y represión en la Isla estarán
esperando un gesto de la ministra.

En suma, al abrir la herencia de Moratinos, una sola palabra para dejar
bien claro de qué lado están los demócratas españoles, sería suficiente.
En Cuba, los que están con nosotros, recuperarían su fuerza para
continuar la lucha difícil que mantienen contra sus opresores. Sé que
hay que darle tiempo a la ministra, pero es el momento de trasladar un
mensaje muy claro a los demócratas cubanos, y por ende, al régimen.

Sería conveniente que Trinidad Jiménez se dejase informar y asesorar de
forma adecuada sobre la mejor política hacia Cuba, toda vez que se
constata el fracaso de Moratinos. Sin necesidad de explicitar los
errores de su antecesor, Jiménez debería ser consciente que, por
ejemplo, la excarcelación de presos tiene mucho más que ver con un
proceso creciente de protestas sociales internas, desatado tras la
muerte en prisión de Orlando Zapata el 23 de febrero de 2010; con la
huelga de hambre del premio Sajarov, Guillermo Fariñas; y la
participación activa de la movilización social encabezada por las Damas
de Blanco, que con el papel desempeñado por Moratinos.

Que aun cuando le cueste defenderlo a nivel político, la estrategia
diseñada por el gobierno de Aznar, que contó con el apoyo de todos los
países de la Unión, es la mejor acción coordinada para luchar contra la
dictadura castrista desde Europa. Por supuesto que se puede mejorar su
eficacia, pero no suprimirla, eliminarla o adulterarla, porque esas
prácticas de su antecesor, carecen del apoyo de los demócratas del Este
de Europa, de Alemania, Inglaterra y Francia, que no ven con buenos ojos
un acercamiento a un régimen de sátrapas comunistas que ya no tienen
apoyo ni referencia internacional alguna.

También debería observar la ministra cómo el presidente Obama, desde
Estados Unidos, advierte sobre la ausencia de "cambios reales" en Cuba,
y por ello, considera necesario mantener una política que tiene una
determinación muy clara a favor de las libertades, el respeto a los
derechos humanos y la democracia en la Isla.

Está, por último, la cuestión de los empresarios españoles en Cuba.
Muchos de ellos se declaran arrepentidos de haber invertido en un
régimen político que carece de viabilidad financiera y que retrasa o
dificulta la repatriación de beneficios a las casas centrales. Poco o
casi nada ha podido hacer la diplomacia de Moratinos por defender sus
intereses de la voracidad castrista de pretender controlarlo todo. Ahí
tendrá que emplearse a fondo la nueva política, pero sin estridencias,
mejor planificada y dirigida. En Cuba, algo se mueve en lo económico, y
la cuestión es permanecer atentos.

http://www.diariodecuba.com/opinion/1349-la-herencia-de-moratinos

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