Monday, October 18, 2010

Misterio y polémica rodean a salvadoreño acusado de poner bombas en Cuba

Publicado el domingo, 10.17.10
Misterio y polémica rodean a salvadoreño acusado de poner bombas en Cuba
Por FRANCES ROBLES
frobles@MiamiHerald.com

Francisco Chávez Abarca podría ser un doble agente, un terrorista o
simplemente un lacayo de alquiler que está preso en una cárcel cubana.

Lo que es seguro es que es un ladrón de autos salvadoreño que admite
haber colocado bombas en hoteles de La Habana a finales de la década de
1990, supuestamente a instancias de Luis Posada Carriles, acusado de
terrorismo.

Es también ahora la estrella de la más reciente campaña de publicidad en
los medios sociales del gobierno cubano contra los exiliados de Miami, y
el principal testigo en un próximo juicio por terrorismo en Venezuela.
Caracas dice que implicó a exiliados antichavistas en Miami como sus
asociados en una conspiración, tanto para desestabilizar las recientes
elecciones como para asesinar al presidente Hugo Chávez.

El modesto trabajador de un taller de autos, es ahora el protagonista de
una historia de intriga internacional que va desde El Salvador a
Venezuela, Cuba y Miami.

Surgen dos importantes preguntas: ¿Quién es exactamente Chávez Abarca y
qué es lo que sabe?

"Este es un hombre con una historia criminal muy complicada, que ha sido
un delincuente y que está siendo usado por Venezuela para acusar y
desacreditar a miembros de la oposición'', dijo José A. Colina, un ex
teniente de la guardia nacional venezolana, a quien el gobierno de
Chávez acusa de terrorista. "Creo que le están pagando''.

Chávez Abarca, de 38 años, dice que conoció al militante anticastrista
Posada Carriles cuando trabajaba en un taller de chapistería en El
Salvador. Su nombre surgió por primera vez a finales de la década de
1990, cuando otro salvadoreño arrestado por colocar bombas en Cuba lo
mencionó como una de las personas detrás de una serie de ataques con
bomba en hoteles de La Habana.

"Nadie jamás nos dijo algo sobre esto'', comentó Francisco Bertrand
Galindo, ex ministro de Seguridad de El Salvador. "A él se le trató aquí
como a un delincuente. Tengo la percepción de que es un doble agente.
Hay demasiadas coincidencias en esta historia''.

Chávez Abarca estuvo encarcelado del 2005 al 2007 por encabezar una
banda centroamericana de ladrones de autos. Los cargos se retiraron
eventualmente y se le dejó en libertad. Cuando el partido derechista
salvadoreño ARENA --acusado por mucho tiempo de haber albergado a Posada
Carriles-- perdió las elecciones el año pasado y lo sustituyó un
gobierno amistoso con Cuba, Chávez Abarca huyó a Guatemala.

Hace tres meses, se le arrestó en un aeropuerto venezolano,
supuestamente por llegar con un pasaporte falso a nombre de Carlos
Adolfo González Ruiz.

"El fue secuestrado en Guatemala'', asegura su esposa, Karla Guadalupe
Trigueros de Chávez.

Las autoridades venezolanas aclamaron el arresto de un terrorista
internacional y transmitieron por televisión su supuesta confesión. El
hombre, quien apareció mirando a una cámara de supervisión del
aeropuerto, rápidamente lo dijo todo.

"Ibamos a quemar llantas, a organizar protestas en las calles'', asegura
Chávez Abarca en el video.

El gobierno anunció que él había implicado a varios de los
conspiradores, incluyendo a Alejandro Peña Escalusa, un activista
antigubernamental en Venezuela. Una orden de registro de la casa de Peña
condujo al hallazgo de unas dos libras de explosivos C-4 y el
encarcelamiento del crítico del presidente Chávez.

Los fiscales presentaron un caso criminal al decir que Chávez Abarca
había acusado también, entre otros, a Colina, al activista Salvador
Romaní y a la periodista exiliada Patricia Poleo, todos ellos residentes
en el sur de la Florida.

"Llevo cinco años aquí en Miami; durante cuatro años no se me ha
permitido dejar los Estados Unidos'', manifestó Poleo, quien fue acusada
del asesinato en el 2004 de un fiscal venezolano. "¿Dónde conocí a este
hombre? El FBI sabe dónde estoy todo el tiempo: ellos están observándome
constantemetne para asegurarse de que los exiliados no estamos
conspirando contra el gobierno de Venezuela''.

No hay una declaración jurada firmada o una grabación de video de la
acusación, asegura Indira Ramírez, la esposa de Peña.

"No creo que Chávez Abarca mintió, no creo que incluso mencionara el
nombre de mi esposo'', declaró Ramírez por teléfono desde Caracas. "Este
hombre está arrestado, y lo próximo que sabemos es que ellos registran
la casa, sacan suficientes explosivos para hacer volar la casa, que mi
esposo tenía supuestamente en el escritorio donde mi hija hace su tarea''.

A pesar de la declaración por video donde Chávez Abarca habla
calmadamente de planes para alterar las elecciones legislativas del 26
de septiembre, nunca ha enfrentado una corte venezolana. En su lugar, se
le hizo desfilar ante las cámaras de televisión usando un casco contra
disturbios y un chaleco antibalas, y viajando a Cuba para enfrentar cargos.

"Estábamos listos para realizar ciertas acciones, conspiración'', dijo
Chávez Abarca al canal gubernamental venezolano TeleSur.

"Los venezolanos dicen que iba a asesinar a Hugo Chávez y luego lo
envían a Cuba, lo que es muy misterioso'', comentó Romaní. "Todo está
montado''.

Trigueros ha hablado dos veces con su esposo desde entonces, una en una
llamada conseguida a través de la embajada cubana en San Salvador para
informarle de la muerte de su madre.

"La primera vez él estaba incoherente y drogado'', aseguró Trigueros.
"La segunda vez fue muy específico y habló sobre quién lo entregó''.

Su esposo, admite la mujer, es culpable de colocar bombas en los hoteles
de La Habana.

"Se debe recordar el papel que desempeñó Cuba en El Salvador: ellos
entrenaron a la guerrilla en el uso de explosivos y bombas'', dijo
Trigueros por teléfono desde El Salvador. "Así que ¿cuál es el tema,
quién colocó más bombas?"

El gobierno cubano tiene aún que presentar cargos criminales y le ha
pedido a Trigueros $10,000 para pagar por un abogado.

"Eso sería pagarle dinero al gobierno para mantenerlo allí'', dijo la mujer.

El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, estuvo recientemente en La
Habana, donde dijo a los medios de comunicación cubanos que el caso
Chávez Abarca no estaba en la agenda.

Chávez Abarca, afeitado y bien vestido, reapareció hace dos semanas, en
esta ocasión en una serie de videos del gobierno cubano en que recreaba
la colocación de las bombas en los hoteles, una de las cuales mató a un
turista italiano. Chávez Abarca y otros dos hombres, encarcelados desde
hace una década, parecían relajados mientras contaban sus acciones.

Chávez Abarca dijo que él fue a Venezuela para causar disturbios
políticos allí, debido a que estaba quebrado y necesitaba dinero. En la
década de 1990, dijo que Posada Carriles le pagó $2,000 por cada
explosión. Sólo una detonó, agregó.

"Posada alardeó de que él tenía permiso para todo lo que hizo'', dijo
Chávez Abarca, sugiriendo la participación de la CIA. "No sé si eso es
verdad, pero fue lo que me dijo''.

Posada Carriles fue acusado de colocar en 1976 una bomba en un avión de
Cubana de Aviación que causó 73 muertes, incluyendo la del equipo
juvenil de esgrima de Cuba. Escapó de prisión en Venezuela y fue un
fugitivo hasta que se le arrestó en Panamá en un intento de matar a
Fidel Castro. Posada Carriles enfrenta un juicio en enero por mentirles
a las autoridades de inmigración de Estados Unidos.

En el video, Chávez Abarca reconstruye la colocación de la bomba en
abril de 1997 en la discoteca Aché en el Hotel Melía en La Habana, al
mostrar cómo escondió los explosivos debajo del lavamanos del baño de
los hombres y cómo estuvo sentado posteriormente por un rato en el bar.

"Deberían darle un Premio de la Academia'', dijo Arturo Hernández,
abogado de Posada Carriles, quien agregó que su cliente ha sido
implicado anteriormente en confesiones por video. "Es un teatro''.

Hernández dijo que el gobierno de Estados Unidos le ha enviado copias de
otras confesiones por video que implican a Posada Carriles, incluyendo
una en que muestran a Otto René Rodíguez Llenera, condenado por
colocador bombas y quien a pesar de haber sido sentenciado a pena de
muerte hace más de 10 años, parece tener un sobrepeso de 40 libras.

"¿No creen que si no estuviera cooperando en este momento, se parecería
más a Ariel Sigler?", preguntó Hernández. Sigler es un ex deportista que
luego de siete años como prisionero político cubano fue liberado
consumido y en una silla de ruedas.

Colina, el ex teniente venezolano también implicado, está de acuerdo.

"No creo para nada que Chávez Abarca esté en la cárcel en Cuba'', dijo
Colina. "El descansa cómodamente en una casa. No muestra una traza de
haber estado en prisión. He estado encarcelado con cubanos que han
venido de prisiones cubanas. Este tipo parece que acaba de venir de un
viaje en primera clase''.

Colina, acusado de colocar una bomba en la embajada española en Caracas,
pasó dos años en el Centro de Detención de Krome, hasta que las
autoridades estadounidenses decidieron finalmente no extraditarlo a su país.

La serie de video de tres partes, titulada "Camino al terror'', se
transmitió en la televisión cubana y ahora se encuentra en Youtube. Cuba
también colocó los videos en dos páginas de Facebook tituladas "Razones
de Cuba''.

La Fundación Nacional Cubano Americana, mencionada en el video como el
patrocinador financiero de la operación, declinó comentar.

"La razón por la que hicimos el video es muy evidente: para documentar
todas las mentiras que se han difundido sobre que Cuba alberga a
terroristas'', dijo Alberto González, portavoz de la Sección de
Intereses de Cuba en Washington. "Es una pena que la mayoría de los
medios hayan ignorado una declaración tan importante''.

En un correo electrónico posterior, el funcionario agregó que Chávez
Abarca también acusó a Posada Carriles de asistir en febrero a un evento
de Alpha 66 en el que pidió más acciones contra Cuba.

Con respecto a si Chávez Abarca es realmente un agente cubano, González
rió y dijo: ''totalmente absurdo''.

http://www.elnuevoherald.com/2010/10/17/v-fullstory/821594/abarca.html

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